
(El País).- México sigue buscando entre los escombros a supervivientes del potente terremoto que sacudió el centro y sur de México el pasado martes. El seísmo ha provocado al menos 307 muertos - entre ellos una treintena de niño - y el derrumbe de decenas de edificios en la capital.
Los ciudadanos se han volcado en las tareas de ayuda después del terremoto de 7,1, según el Servicio Sismológico Nacional, que ha tenido su epicentro a 12 kilómetros de Axochiapan (en el límite entre los Estados de Morelos y Puebla).
Se han creado brigadas ciudadanas y muchas personas se han acercado a los lugares de los derrumbes para colaborar con los rescatistas, también a llevar comida y agua. Después de la capital, Morelos y Puebla son las dos regiones más afectadas. Carios países - entre ellos España, Israel, Colombia o Chile - se han apresurado a enviar equipos de ayuda para contribuir en las tareas de rescate.
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